Las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) son fármacos que se utilizan como profilácticos para prevenir el tromboembolismo venoso en pacientes de riesgo. Es decir, son medicamentos que prescribe el médico para prevenir la formación de trombos (coágulos) en determinados pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente o que tienen que permanecer un tiempo inmovilizados (entre otros).
Son tratamientos que se administran tanto en el hospital como en el domicilio del paciente, y suelen venir preparados para que sea este mismo (o algún familiar) quien, una vez en casa, se inyecte la medicación (habiendo sido adiestrado previamente por parte del personal de enfermería correspondiente).
En esta entrada vamos a recordar unos consejos básicos para la correcta administración de las HBPM:
Zonas de inyección |
– Necesitaremos la jeringa precargada y sin purgar (sin eliminar el aire) y una gasa con antiséptico para limpiar la zona donde vamos a inyectar la heparina.
– El lugar de la inyección es el tejido que se encuentra bajo la capa externa de la piel (tejido subcutáneo) en ambos lados de la pared abdominal.
– Con los dedos pulgar e índice se debe tomar un pliegue amplio de la piel que se debe mantener durante toda la inyección.
Pliegue cutáneo y jeringa en vertical |
– Sin soltar el pliegue, introducir la aguja verticalmente (jeringa y piel deben formar un ángulo de 90º) y en toda su longitud a través de dicho pliegue.
– Inyecte la medicación lentamente.
– Extraiga la aguja y aplique una gasa o algodón en el lugar de inyección sin frotar (para reducir hematomas).
Gracias Pilar López por dejamer compartir este trabajo que desde un principio siempre me ha gustado. Felicitarte por ello, un abrazo fuerte.
Muchísimas gracias a ti por compartirlo en tu web. SdSalud es y será un punto de encuentro fundamental para todos los cuidadores.
Gracias Pedro, un abrazo.
Con ganas de que colaboremos juntos en algo!! 😉