Como ya hemos mencionado en posts anteriores, una vez que nuestro bebé nace se produce unos instantes de caos donde la secuencia de acciones a nuestro bebé a veces es difícil de seguir.Durante varias semanas desde FFpaciente y este blog vamos a seguir intentando desenmarañar todo lo que ocurre en paritorio y/o dependiendo de cada hospital, en nuestra habitación en la planta.
En el post anterior hablamos de la profilaxis ocular, la cual suele ir acompañada de la administración de vitamina K.
¿Qué es la vitamina K y por qué se le administra a nuestro bebé?
La vitamina K es una sustancia química esencial para la formación de factores que produce que la sangre pueda coagularse. Un déficit de estos factores de coagulación dependientes de la vitamina K pueden producir una coagulopatía secundaria conocida como la Enfermedad Hemorrágica del Recién Nacido (EHRN).
Se trata de una enfermedad con una incidencia muy baja donde 5-6 niños de cada 100.000 de los recién nacidos en Europa la padecen. Puede aparecer de una forma precoz, durante las siguientes 24 horas al nacimiento; en la primera semana de vida o de una forma tardía comprendiendo hasta los tres primeros meses de vida. Son hemorragias que frecuentemente tienen origen en la piel, nariz y/o gastrointestinal y en el peor caso intracraneal.
Numerosos estudios han demostrado un importante y significativo descenso de la incidencia de la aparición de esta enfermedad tras la administración de la vitamina K nada más nacer y ninguno ha revelado riesgo alguno para el recién nacido.
¿Cómo se administra?
Se realiza a través de una inyección intramuscular, normalmente “pinchada” en el cuádriceps, tratándose al igual que la profilaxis ocular de una dosis única, por lo que no requiere una nueva administración ni ningún tipo de cuidado posterior.
Su administración NO impide que nuestro bebé siga con nosotros realizando piel con piel. De hecho, se recomienda que nuestro bebé se encuentre con nosotros ya que al succionar el bebé se distrae y la percepción del pinchazo es menor.
También existe su administración por vía oral. No es la vía más utilizada en la actualidad ya que serían necesarias tres dosis espaciadas en el tiempo, lo cual puede dar lugar a que se nos «olvide» su administración o a que nuestr@ bebé regurgite dejándonos con la duda de si ha tomado la dosis o en consecuencia haría falta alguna más.
Bibliografía:
- Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. IHAN – Calidad en la asistencia profesional al nacimiento y la lactancia, 2011. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Disponible en:
http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/IHAN.pdf
- Doménech E, González N, Rodríguez-Alarcón J. Cuidados generales del recién nacido sano. Aeped {Internet}. 2008 {citado 1 Octubre 2017}; 2: 1-10. Disponible en:
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/normas-vancouver-buma-2013-guia-breve.pdf
- Organización Mundial de la Salud: Cuidados en el parto normal: una guía práctica. Grupo técnico de trabajo de la OMS. Departamento de Investigación y Salud Reproductiva. Ginebra: OMS, 1996.
- Sociedad Española de Neonatología. SEN: Manual de reanimación neonatal. 1.ª ed. Madrid: Grupo de Reanimación Neonatal de la Sociedad Española de Neonatología, 2006.
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