Desde FFpaciente y Psicología en Red no es la primera vez que hablamos del dolor y de la problemática y malestar que genera. En esta ocasión, y nuevamente queriendo dar visibilidad al día Mundial del Dolor, que se celebra el 17 de octubre, trataremos de explicar las posibles alternativas de tratamiento que existen desde la psicología, siempre teniendo en cuenta la individualidad de cada caso ya que se debe personalizar cualquier tipo de tratamiento.
Es frecuente que cuando sentimos dolor uno de los recursos a los que acudimos con cierta rapidez para aliviarlo sean los fármacos. Lo que quizá no sepamos es que cuando el dolor se mantiene a lo largo del tiempo, el conocido como dolor crónico (por ejemplo, cefalea, fibromialgia…) una línea de tratamiento que ha demostrado su eficacia es la psicología. Esto se debe a que vivir con dolor produce una serie de reacciones emocionales que pueden llevar a que la percepción del dolor sea mayor, por tanto, si aplicamos tratamiento psicológico junto al tratamiento médico aumentaremos la eficacia y favoreceremos el bienestar de la persona.
En este sentido, la terapia cognitivo-conductual es la que cuenta con mayor evidencia científica en el tratamiento del dolor. Este tipo de intervención se centra en modificar los comportamientos y pensamientos que subyacen al problema psicológico, generando de este modo herramientas que le permitan a la persona superar la situación que genera malestar y mejorar su calidad de vida.
Existe la creencia de pensar que si tenemos que acudir al psicólogo para que trate nuestro dolor esto sea debido a que éste no es real o que es producto de nuestra imaginación, pero nada más lejos de la realidad. Por ello, el primer paso es acudir a un psicólogo/a especialista en el abordaje del dolor y conocer cómo nuestro estado emocional potencia la sensación de dolor y cómo desde la psicología podemos aliviarlo.
Algunas de las técnicas que se pueden utilizar son:
- Entrenamiento en relajación y respiración. La relajación es una de las técnicas más utilizadas para el manejo y control de la ansiedad, consiguiendo reducir la sensación de angustia, malestar, tensión muscular, dolor, etc. Ejemplos de esta práctica son la relajación muscular progresiva de Jacobson o la imaginación guiada.
- Reestructuración cognitiva. Es importante conocer las distorsiones cognitivas (ejemplo “seguro que si quedo con mis amigos me acabará doliendo, para ser una carga mejor me quedo en casa”), es decir aquellos pensamientos que están contribuyendo a aumentar el dolor para poder sustituirlos por otros más racionales y funcionales.
- Distracción. Dejar a un lado nuestros pensamientos negativos, en este caso los relacionados con el dolor, no es tarea sencilla. Sin embargo, buscar alternativas que requieran atención como por ejemplo hablar con alguien, hacer pasatiempos, etc. ayudan a reducir la ansiedad y mejorar nuestro bienestar emocional.
- Planificación de actividades placenteras. Continuar realizando aquellas actividades que resultan agradables, en la media de las posibilidades de cada uno, nos permite estar activos y sentir que llevamos el control de nuestra vida.
- Entrenamiento en habilidades sociales. Disponer de herramientas para comunicarnos y relacionarnos de una manera asertiva con nuestro entorno nos facilitará el proceso de adaptación a los cambios que conllevan una vida con dolor, además de prevenir el aislamiento y mejorar nuestras relaciones afectivas y autoestima.
- Higiene del sueño. El descanso es imprescindible, sin él no podríamos recuperar el desgaste que sufrimos a diario. La falta de sueño está relacionada con mayores índices de ansiedad y depresión, por lo que contribuiría a potenciar el círculo vicioso del dolor. Por ello, dormir bien (horas de sueño suficientes y de calidad) contribuye a reducir los niveles de estrés y potenciar la salud emocional.
El tratamiento del dolor es un abordaje muy complejo, por ello, resulta fundamental la intervención de un equipo multidisciplinar, donde se contemplen no solo las indicaciones farmacológicas y físicas sino también las psicológicas, ya que la combinación de todas ellas incrementa las posibilidades de mejora.
Recursos de interés:
Si quieres conocer más acerca del dolor crónico consulta este vídeo explicativo de la Sociedad Española del Dolor (SED): https://www.youtube.com/watch?v=JYA_mrNuLz0
La Sociedad Española del Dolor también cuenta con una Guía de manejo del dolor. Puedes descargar esta guía, entre otras, en el siguiente enlace: https://www.sedolor.es/pacientes/documentacion/