El pasado 4 de febrero celebramos el día Mundial Contra el Cáncer, por ello, desde Psicología en Red queremos tratar uno de los temas más frecuentes que nos encontramos en el campo de la psico-oncología: la actitud positiva.
Y precisamente, no queremos reforzar la idea de que si somos optimistas nuestro proceso oncológico irá mejor, lo que pretendemos es desmitificar las creencias erróneas y aclarar otras que hay en este sentido. Pero vayamos por partes.
Emociones y cáncer
El cáncer es una enfermedad grave que supone un impacto importante ya que afecta a todas las esferas de nuestra vida. En muchas ocasiones el proceso es duro y agotador, ya que los
tratamientos pueden alargarse en el tiempo. El cáncer no es un catarro.
Las reacciones emocionales pueden ser muy variadas ya que hay tantas como personas. Así, el miedo, incertidumbre, la rabia, la preocupación, la tristeza, la esperanza… suelen aparecer a lo largo del proceso, pudiendo ser más intensas en los primeros momentos.
Y como ya hemos dicho en otras ocasiones, todas estas emociones son NORMALES. Como también lo es que haya momentos de mayor abatimiento y otros en los que nos encontremos más esperanzados. Estas reacciones no harán que el cáncer progrese o se cure.
¿Existe evidencia científica entre la actitud positiva y la curación del cáncer?
No. A día de hoy no contamos con evidencia científica que confirme que mantener una actitud positiva cure el cáncer. Según la American Cancer Society “el cáncer no es causado por la actitud negativa de una persona, ni se empeora por los pensamientos que la persona tenga”.
Intentar mantenerse fuerte y positivo no solo no influye en la mejora del pronóstico, sino que puede generar un sentimiento de frustración por no lograr ocultar la tristeza o la ira que de verdad se siente y culpa por creerse responsable de una posible recaída o empeoramiento.
¿Qué significa tener una actitud positiva?
Como comentábamos, sentir unas emociones u otras no van a influir en el pronóstico de la enfermedad. Sin embargo, tener una actitud positiva sí va a favorecer la adaptación al proceso oncológico, y, por tanto, a tener una mejor calidad de vida.
Tener una actitud positiva supone:
- Aceptar la enfermedad (que no quererla), hablar de ella con naturalidad, que no se convierta en un tema tabú.
- Expresar sentimientos y emociones, también cuando se trate de miedo, rabia, angustia, preocupación, soledad, etc.
- No sentirse culpable si hay momentos en los que pesa más el agotamiento que las ganas de seguir adelante.
- Planificar actividades agradables. Desconectar a ratos de la enfermedad puede ser de gran ayuda.
- Rodearse de seres queridos hace un poco más llevadero el proceso. La familia y amigos suelen ser el principal apoyo.
- Aceptar con naturalidad los momentos en los que se necesite estar a solas.
- Seguir una alimentación adecuada, descansar cuando se necesita y mantenerse activo, en la medida de lo posible.
- Mantener una buena comunicación con el equipo de profesionales sanitarios que le acompañan y cumplir con las pautas y recomendaciones sobre cuidados y tratamientos que proponen.
- Y por supuesto, consultar con un psicooncólogo/a si se necesita ayuda para manejar el malestar y las reacciones emocionales.
Recursos de interés:
Entrevista a Sara Andrada, diagnosticada de cáncer de mama, en la sección “En la piel de…”de FFPaciente.
Acctitudes and Cancer. Información disponible de la American Cancer Society.
Para solicitar información, orientación médico-sanitaria, asesoramiento psicológico o social está disponible el teléfono de Infocáncer 900 100 036, 24h – 7 días.