«Afortunadamente, hoy hay muchísimos avances, los tratamientos no son tan agresivos como lo fueron años atrás y hoy todo tiene mucho mejor pronóstico».
¿Podrías hacer una breve presentación sobre tí?
Me llamo Ángel Garrido Belenguer, tengo 38 años y soy de Valencia. Me gusta salir a correr y soy bastante curioso por naturaleza.
¿Cómo llegó el diagnóstico de cáncer a tu vida?
Tras varios meses moviéndome al empezar a notar algo “extraño”, después de que varios “profesionales” me diagnosticaran una epididimitis (inflamación del conducto del epidídimo) y ver qué esa sensación “extraña” no se iba, pedí que se me hiciesen más pruebas. En la que se supone que iba a ser una eco para confirmar la epididimitis, me comunicaron que no se trataba de eso, sino de cáncer de testículo.
¿Qué te ayudaba a sobrellevar el tratamiento?
Afortunadamente, como me moví tan rápido e insistí en seguir haciéndome pruebas, el cáncer estaba en estadio 0. En fase muy inicial y no recibí ni quimioterapia, ni radioterapia.
Eres profesional sanitario ¿crees que eso fue una ventaja o un handicap?
Sin duda fue una ventaja. Como he explicado antes, después de tomar antibiótico durante 14 días y ver que la cosa no remitía, mi instinto como profesional sanitario me decía que había algo más que la epididimitis.
¿Mejorarías algo de la atención sanitaria recibida durante el proceso de tu enfermedad?
Sin duda. Trabajar en la sanidad implica tener vocación y algún médico con el que me topé durante mis primeras consultas fue muy nefasto. De hecho, sería hasta denunciable. Si hubiese hecho caso del primer diagnóstico, igual hoy podría no estar aquí.
Si un paciente, a pesar de un primer tratamiento te dice que las molestias no han cesado, no debería costarte nada hacer más pruebas o valorar otro tipo de diagnósticos. Eso es primordial.
¿Cuál ha sido tu actitud contra el cáncer?
Cuento con antecedentes familiares: mis abuelos por parte de padre fallecieron ambos de cáncer de forma muy temprana. Al darme la noticia me vine muy abajo, lo veía todo muy negro, pero también puedo decir que esa sensación, que no se la deseo ni a mi peor enemigo, duró muy poco. Enseguida tuve una actitud muchísimo más positiva y esperanzadora.
¿Aconsejarías algo a una persona que le acaban de diagnosticar de un cáncer?
Lo primero, sin duda es que NO lean por internet… En los primeros instantes tras el diagnóstico la cabeza juega muy malas pasadas y a veces llenarla con más información (muchas veces errónea) es peor.
Afortunadamente, hoy hay muchísimos avances, los tratamientos no son tan agresivos como lo fueron años atrás y hoy todo tiene mucho mejor pronóstico. Mi consejo es que disfruten mucho de los suyos, de todos los buenos momentos que en el día a día la vida te da y que no se preocupen de forma innecesaria.
¿Cómo estás y te sientes actualmente?
Llevo ya 4 años de revisiones tras la operación (me fue extirpado el testículo y todos los conductos cercanos). Cuatro años de TACs, ECOs, y analíticas, todo con un resultado excelente. Me siento muy bien física y psicológicamente, aunque debo ser sincero, cada vez que se acercan las revisiones, tengo cierta inquietud, pero vamos, nada más allá de eso. Conforme se van expandiendo las visitas con los años, estoy más tranquilo, sin duda.
¿Hay algo que no hayas dicho aún y estés deseando contarnos?
Como he dicho, la actitud, el estado anímico hace muchísimo, de verdad. Hay que intentar ser lo más positivo posible.
Y sobre todo, lo más importante, al más mínimo síntoma de que algo ha cambiado, hay que moverse, no dejarlo pasar ni retrasar el ir al médico. Una detección temprana hace mucho, muchísimo.
Si alguien de los que me lee, necesita o le gustaría hablar de cómo me autodetecté el Seminoma, de cómo poder afrontar los primeros días tras un diagnóstico y demás, estaré encantado de poder ayudar.
La Asociación FFPaciente no se hace responsable de las opiniones personales expresadas por los entrevistados. El testimonio del paciente es individual e intransferible.