Si hay algo que ha quedado claro en las tertulias de Café Tabú es que es de suma importancia romper los tabús relacionados directamente con nuestros procesos vitales.
Como ya sabéis, en esta segunda edición nos hemos centrado en algo tan natural y necesario como la sexualidad humana… ¡Y qué necesario fue! El encuentro celebrados en Madrid fue el pasdo 14 de febrero y en Valencia el día 21 dieron para mucho… Aquí os traemos un pequeño resumen.
Nuestro punto de encuentro fue la tienda erótica Amantis: un espacio habilitado para tal evento, unas sillas que al final se nos quedaron escasas, unos dulces, café, unas piruletas… y unos lubricantes sobre la mesa, cortesía de Amantis, para ir entrando en materia.
Tras una breve presentación los asistentes no tardaron en participar: Lhuna White (@Lu_naWhite) narraba su experiencia cuando en consulta contó que no lograba llegar al orgasmo debido a su patología y que el médico, sorprendido, no consiguió darle respuesta. Abrió su blog e incluso escribió libros: todo un ejemplo de paciente activa.
Hace poco, Marisol (@MadridMarysun) en un post de su blog (https://bit.ly/2T11SeP) expuso, a raíz de su asistencia al último Café Tabú, su experiencia de manera soberbia, profunda y humana:
“Gracias a un electroestimulador de raíces sacras [mira este enlace para saber de qué estamos hablando: https://siidon.guttmann.com/files/sr69_sars.pdf], recuperé mi lubricación y mi orgasmo”. “¡Bravo!” –aplaudimos–. “¡Y qué orgasmos!” –respondió nuevamente Marisol–.
Y es que hablar sin tapujos de lo que verdaderamente importa crea un clima de confianza. Este lugar es un espacio seguro.
Nos vamos dando cuenta de que es cierto todo lo referente a lo que se va hablando: en la valoración de enfermería se suele “saltar” el patrón o la necesidad de la sexualidad, a pesar de ser considerada una dimensión fundamental de la persona.
Tenemos entre nosotros también a un profesor de matemáticas: “en la ESO hay estudiantes con una falta de educación AFECTIVO-sexual tremeda. Y es que no sólo es necesaria la educación sexual: están muy carentes de educación afectiva. Todos parecemos estar de acuerdo.
Ah, por cierto: los cupcakes sin gluten buenísimos.
Entre intervención e intervención, nada mejor que pegar un azucarado mordisco a un buen dulce. Pero enseguida llegan otras experiencias más amargas:
“Han llegado a decirme que sugestiono mi dolor. Imaginad en el plano sexual, contárselo a mi profesional de la salud. Comprenderéis que me cortara” –relata una paciente con dolor crónico.
Y es que, como planteábamos en la mesa, si al fisioterapeuta le enseñamos un pie, ¿por qué nos cuesta tanto hablarle de nuestros genitales cuando tenemos una gran preocupación sobre ellos en materia de salud?
Marta (@MartaBustosSep) es enfermera, gran emprendedora de proyectos relacionados con la neurofelicidad y también trabajó en Francia:
«Una paciente en Cuidados Paliativos me llegó a pedir indirectamente que la masturbara, porque su marido ‘no la tocaba».
Esto derivó a hablar de las figuras de los “profesionales del sexo” especializados en cubrir estas necesidades en pacientes muy dependientes o al final de la vida. “Total” –añadía Marta–. “Que al final la mujer se murió y nadie la tocó”.
Y es que no hablar del sexo con pacientes crónicos llega hasta el punto de no ser informados acerca de los efectos secundarios que repercuten en su vida sexual y que derivan de un tratamiento pautado para su patología. Como si la vida sexual no importara, fuera completamente secundaria o pudiera ser suprimida sin ningún tipo de consecuencia.
Suprimir, pues, toda una esfera humana necesaria y crucial en nuestras vidas repercutirá directamente sobre nuestra salud física, psicológica y social. Escuchar las experiencias de aquellas personas que ya han pasado por esta situación se convierte en un recurso valiosísimo para los profesionales de la salud: nos ayuda a poner en valor la exploración de esta necesidad humana y, por otro lado, anima a otras personas a derribar un tabú que flaco favor hace a la hora de desear resolver problemas relacionados con nuestra sexualidad o la relación con nuestras parejas.
Ahora te preguntamos: ¿y tú? ¿Eres capaz de hablar de sexo y enfermedad sin tapujos? ¿Qué opinas al respecto? Estaremos encantados de escuchar tu historia. Sin tabús.
Post realizado por:
Javier Pertíñez